Nieven leves y cálidos copos de luz protectora
en el corazón devastado
cuando el llanto es la respuesta a la soledad.
Ilumine el caminar del andante
la belleza de un colorido horizonte que se abre en plenitud
si en armónica concordia ha emprendido el rumbo.
Lluvia abundante de aromáticos pétalos de flores de utpala
se derrame ante la serenidad de tu mirada
cuando por tu compartir generoso
la sonrisa abre e ilumina tu rostro.
Canten a lo largo de tu sendero
pájaros de cien voces y que acaricie su terso aleteo tu ser.
Que se acompase su armonía
a la pacífica energía que emites al caminar en paz.
Vengan a alisar tu soñar lucido
las airadas Dakinis que previenen del miedo
y nos llevan a conocer el poder que dimana al trasmutar la oscuridad.
En saltos prodigiosos fluyan todas las cascadas
y que se derramen caudalosos los manantiales
hasta llenar los mares de tu sincera búsqueda
desbordando tu vida con la marea infinita
del amor y la sabiduría compasiva.
Y que todos nuestros sueños unificados
puedan combatir el absurdo de la egolatría
que punza infinidad de corazones
al hacernos creer que somos ínsulas en un mar de absurdos,
de confusión.
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