domingo, mayo 26, 2013

Cuenta Cuentos XXVI (En tres tiempos)




I
Sentí perder la linea de flote y ahogarlo todo
ahogarme en una lentitud como escena de cine antiguo

caer como piedra que desdobla en etapas el agua

consideré desaparecer 
entre rasguños ahogados 
en el fondo del oscuro flujo de la pleamar
porque siento que rasga la carne del mundo
la aspereza de la soberbia 
grito abierto desde su ganglio putrefacto
densa nata espesa que unta en la visión
un denso temor inoculado de podredumbre

mas revolucionaria se desvanece la zozobra
al sólo rozar sutil en el oído el vigor de tu risa

al olor determinado que emana tu latido al despertar
se estruja y fragmenta el vértice donde duerme la duda en aristas

tú inmenso como regalo abierto en voz alta
elevas mi temblar inesperado entre el retumbar sonoro
y surrealista me vuelco 
a lo que intensificas y es más hermoso 
que la calma fogosa
de una puesta de sol pacífica

es entonces cuando en tu silencio vibro
y me ahúma tu crepitar la piel

con la intuición dilatada como el verso en una flor
siembra tu canto entre mis surcos
el íntimo olor tan tuyo de sal y verbo
y resurjo 
revivo 

y si me penetra profundo 
nuevamente
tu voz dramáticamente sincera
-enredando mi temblor-
¡Ciclamos! 
Eternidad de círculo somos en el oeste 
o el norte del desquiciado torrente sanguíneo
corriente sin playa
donde nos sumergimos en luz propia.


II
Podría
-suena a lo más fácil-
abandonarme por completo
al desmayo que injerta hasta el centro de los huesos
la irritante y despiadada soledad

-y mira tú, 
Mío Corazón de Latidos Estremecidos,
que hasta llegué a jurar-

Y me inunda tu fuerza abatiendo los dolores
el intenso vendaval que desata tu denuncia 
presente en cada uno de mis límites
entonces
acallados los estruendos externos e impuestos
se descubre la complicidad implícita
quedamos
al cobijo sólo de tu desnudez de vela izada

vibro perdida en el impulso de tu garganta

y es no dejar de construir un cerco inmenso
con ladrillos de fuego hasta llegar al pie del desfiladero

bloques en los que he amasado infinidad de los restos 
del colorido besar compartido
fragmentos moldeados como ganchos 
con los que rescato y deshago en el sueño
el amasijo informe del absurdo del miedo

y nos reímos del canto de las sirenas
mientras me voy quedando dormida
en la intimidad de tu aroma donde me acorrala tu abrazo
felizmente atrincherada.


III
Traslado sobre mi cabeza 
la liviandad de una inmensa nube

sin interrogar al caos la introduje por el pasillo oscuro
he logrado acolchar con ella
todo el piso de tu alcoba

resulta tan suave ahora la pared
el techo 
y sobre todo
el mullido nido donde me acaricia tu tersura 
donde muerdo tus pies descalzos
suave refugio como de algodón en el que me desinhibo  
al merodear salivo la desnudez de tu alma 

es entonces, Mío Corazón Sonor, con cortados suspiros
que se cierra el abismo
se apaga la quimera
porque eternizo la lentitud en tu piel
al oficiar nuestra secular ceremonia

yo festiva
pagana tuya
eternidad desnuda.







Invernal primavera, verano otoñal.rt
26/V/13. A orilla del Cupatitzio


Imagen: De la red.




Letras: yguana rosa


viernes, mayo 17, 2013

Meditación (O canto decadente a unos ojos tristes)





Destello, ondulo.
Por momentos el coral
me mimetiza

el oleaje me flota

asida de la espuma de esta interminable estela oscura
la radiación del sol ralentizado
evapora la sangre vertida de la vena expuesta
que pareciera dibuja
algo como una larga pista grana en un fondo verdeazul

como una fina linea de fuego que tiñe el horizonte
o de noche 
agua quemada por la incandescencia del rayo

gratificante una nube cuando llovida
poco a poco destiñe
refresca el ardor que irrita hasta la entraña.

Cuando mi pelo crecía
oí dormida su breve canto en un susurro
el olor del humo se entreveraba en mi trenza de niña
y en ese entonces

-ya lo sé-

al caminar por la estrechez de la oscuridad de afuera
al sentir como impregna mi linfa el cantar del búho
paladee el olor exacto
el sabor nocturno y saldado del pasadizo que me llevaría
a embriagarme de tus visiones en verso
a la levedad de beber de la copa de tu voz desperdigada
como frágil instrumento de cristal fracturado y esparcido por uni-versos

a ser entre nubarrones 
un alma perenne
-a temporalidad obstinada en el vértigo-
arropada mi piel por el abrazo borrascoso en tus tormentas
aún cuando sea de mineral pedregoso
-o como el mineral afilado
gélido y cruel que hiende la carne de navajazos-
la densidad áspera del aroma de tu ausencia.

Las tardes de caminar entre goterones de lluvia torrencial
o algunas con agua de canto casi imperceptible sobre el tejado
humedecieron de certeza al lamer la intuición

y sí, cierto es
lo contundente del encuentro
con tu rostro perpetuamente oculto
y vigente

en lo ultrajantemente caduco
en el continuo presente

en la sombra que 
rehúsa detenerse.

En un eterno.


"De Seda"
Metamorfosis 
en reposo insurrecto, 
 al MetaAmarnos.rt
16.
Y 17. 
Mayo. 
Dos mil trece. 
De efe

Imagen: Norman Rockwell
Letras: 
yguana rosa (De los imposibles se tan poco. 
                      De lo posible, prácticamente nada)


martes, mayo 14, 2013

Pasajes oníricos





¿Y qué queda
cuando hasta en el cause seco
desértico de la desolada garganta
-boca de bestia agónica
de dentelladas de animal que muere a ciegas
al intentar desgarra el cepo del tiempo que le apresa-

fenecen los atragantados suspiros?
Todo impulso por desmembrar la ansiada bocanada de beber
rebanadas de tu saliva macerada de gotas sepia de presente

por esa ansia de defender a dentelladas el derecho a devorar
y desagarrar hasta saciarnos
de la entraña expuesta
agonizante
convulsa -como este onírico recolectar tu aliento-
ante nuestro inmediato

¿Qué
si se desangra la esperanza ciega y despiadada
de poder aliñarte con mi canto
-en ésta mi ansia malsana-
cada obscena noche en el filo de mi más mordaz sueño...?

Quizás sólo reste intuir la ternura de olerte en la vigencia de tu ausencia
entre desteñidas
briagas letras que danzan tambaleantes frente a mí

paladear la dulzura
de arropar el instinto exultante de agonizar
atragantada lentamente
-muy lentamente- por el fuego
de unos tragos de suculento y amargo licor
que no cesen de mantenerme desde la remota
o desde la ultrajante nada
intrincada a ti.







Noche sin luces. 
Sarcástica la luna
brilla en el Tirol.rt
14/V/2013 . D. F.

Imagenes: De la red
Tom Svensson
Letras: yguana rosa



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