jueves, noviembre 29, 2007

LUNA


A mis queridos caligramos


Algo turba mi sueño esta noche.
Una presencia implacable y funesta
que asoma su colosal potencia
a través de un denso espejo.
Ónix, no obsidiana.

Mi corazón late sin ritmo y mis miembros
se tensan cual cuerdas en
esta habitación saturada de crujidos anónimos:
lobos que devoran el espacio y el tiempo,
asoman sus fauces infames
entre las grietas que lamen los muros de mi aposento.
De los insondables cismas de mi ser
arremeten furiosos los más febriles pensamientos;
bocas negras del dolor,
matrices siniestras do’ se gesta la desazón y el miedo.

Las sábanas me vomitan en una violenta arcada,
vago por corredores infinitos
en esta mansión de imposible arquitectura,
techos inverosímiles en su altura se yerguen sobre mi
como una amenaza;
hace frío y voy cubierto de andrajos.
Detengo mi errar junto a una
de las múltiples ventanas que hacen de esta mazmorra
un lugar donde cada movimiento,
el mismo pensamiento,
es memorizado por estos jueces sin voz,
rostro, ni nombre: sombras
cuya presencia es tan cierta
como sus dedos afilados y sus corruptos alientos.

Alzo la mirada y descubro aterrado al más siniestro de todos;
blanco, inmóvil y solitario,
atroz como un obscuro Polifemo, indeciso
sobre el momento y la forma en que ha de devorar mi cuerpo.

Una descarga muerde mi carne,
me encojo ante la horrida amenaza que sólo yo conozco;
es de noche y los necios duermen el sueño de la ignorancia,
el aire pesa como lápida, pero nadie acude a este sepelio.
Pierdo toda esperanza, pues estoy totalmente cierto
de que nadie ha de salvarme del tenaz vaivén de mi péndulo.

Vientos cual murmullos agitan
las ramas desnudas y torcidas
de un árbol seco en el jardín de mi encierro.
Arriba, el solitario ojo de mi juez severo
deja caer su párpado odioso por un momento;
me desvanezco exhausto sobre la alfombra
y los segundos caen inexorables sobre mi cuerpo.


Letras: Y-K-rho

domingo, noviembre 25, 2007

Guardiana de la noche


Cómo vivir perdido en el camino,
robándole a la noche sus espacios,
con ruidos y sospechas escondidas
entre los miedos de la oscuridad,
ocultando la pena y el dolor
de estar allí, en medio del sendero,
acurrucado junto a ti,guardiana
de la noche, tembloroso, en vela,
oculto, al amparo de tu mano
hasta el amanecer glorioso, cálido
y verde, con que se llena de ruidos
la primicia otoñal de este día,
hasta su fin, hada de las luciérnagas,
cuando vuelva a protegerme a tu lado.


Imagen: Sandra
Soneto: luis david


sábado, noviembre 17, 2007

Te quiero

a Gaby, siempre.

Te quiero en las mañanas
cuando tus ojos me miran,
te quiero cuando tu día
irrumpe por mis ventanas.
Te quiero en horas tempranas
y en el rumor de mis tardes,
y te quiero cuando ardes
en mi cama por las noches.
Te quiero aunque me reproches
que tanto amor es alarde.


Te quiero cuando la luna
se asoma en tu mirada,
te quiero si estás callada
en tu pereza gatuna.
Te quiero si mi fortuna
es una estrella fugaz,
te quiero porque tú vas
siempre un paso adelante,
y porque eres mi amante…
por eso te quiero más.


Te quiero cuando me fundo
en el calor de tus besos,
te quiero con los excesos

del amor en que me hundo,
te quiero en mi mar profundo

y en la humedad del estero,
te quiero en el mundo entero
y en mi fiesta pagana.

Y porque me da la gana
quererte tanto, te quiero


Imagen: Sandra
Décimas: luis david

martes, noviembre 06, 2007

desembrujo



el dolor tridente de tu cuerpo
con la égida de la traición
te levanta agónica
y desterrada
entre nubes y alas

la herida central
que asfixia el nudo de la carne
es tu deseo sofocado

cerca de tu pudoroso pubis
te hiere la mirada aguja
inmunda y violenta
de los perros

y casi en el pecho
te atraviesa el fantasma
agusanado de la entrega

mujer
usa las alas
de lo único que queda
y tu fuerza morada
para salir del embrujo
en que te encuentras


imagen: de sandra

poema: de pk

sábado, noviembre 03, 2007

Luna


La luna no cabía en mi bolsillo
y estuve mucho tiempo meditando,
a dónde llegaré si voy cargando
la imagen de luna con su brillo.

Tan solo por joder me he vuelto un pillo
de lunas y de astros alumbrando,
y vago por las noches contemplando
la luna toda envuelta en un hatillo.

"Qué vas a hacer con ella en tu casa,
-me dice una voz inoportuna,-
qué va a ser del monte y la laguna

sin faro que ilumine con su brasa.
Vendrá la soledad que todo arrasa
si robas para ti la luz de luna."


Imagen: Tlacuiloco
Soneto: luis david

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