lunes, junio 17, 2013

A ultranza te mimetizas en el humo que aunque vaya al cielo, te aleja (O arde la marea desesperada)


   Que el verso sea como una llave
que abra mil puertas.

Vicente Huidobro



No temas más, 
el mundo esta retrasado,                                                                                                   aligera el paso.

Se desafía la locura
cuando nada aparece en el orden 
que se sabe podría tener las 24 horas respiradas

tiempo sin pausa en vertiginoso descompás

y se dispone 
sobre una tabla encorvada por el peso de la soledad
el delirio convulso 
de la lejanía voluntaria que nunca volvió

se le abre lentamente
amando su determinado impulso de fuga 
con un grueso apósito 
humedecido de la lágrima que brota del respetar

se hiende y corta
con el largo filo de la luz que destella
de un par de ojos en apariencia ausente

se le desmenuza suave todo nudo para disecar 
los brotes rugosos del desconcierto

por la delicada piel expuesta
desciende en un surco
resbala casi suspenso
el tibio líquido espeso del imposible.

Una vez que comienza a cicatrizar la yaga viva
se bebe de un trago 
todo el destilado que se ha recolectado
en la mano cóncava como tazón 
mezclada con granos de sal marina
y la leche fresca de ballena herida.
 
                  ¿El pelo? 
Ha de estar suelto 
valiente ha de ondear en tanto flota 
más oscuro que la densa noche
como un rezo alado que desafía la nada


en tanto 
se expandirá con frenesí su casi insipiente olor floral
que sabe sanar y amansa
a la bestia que aúlla desvelada 
frente al azul desafiante del juego de mil espejos.

Desciende la confianza
hasta la tierra sin promesas.

Pues abatida la ironía 
-no sé cuándo
no sé cómo-
dormiremos en el nido de paja
que sembré sobre la densidad del silencio embelesado
acolchado de suave seda ante el alarde 
de tu bella sonoridad de corazón desbocado
infatigable y mío 
al menos
en el reflejo que me llega de ultramar.






El olor del indulto nos ampare.rt

16/VI/2013. En el Río que Canta Agua VerdeAzul



Imagen: Carlos Lorenzo

Letras: yguana rosa

lunes, junio 10, 2013

Rarezas entrelazadas






Me derroto 
en el abrazo con que construimos nuestro sueño de papel. 

Pero la mirada perdida habla;
no teman, Niños de Canto y Lamento,
porque hay derrotas triunfales aun en la polvareda

y si tú, Mío Corazón de Azul Fuego,
eres tiesto 
y si éste está repleto de la floración de la soledad
-¡sábelo-
yo soy como la negrura de un claustro, 
soy tierra fértil, 
la oculta fertilidad que te sostiene,


-¡somos binomio en danza irreverente y sacra!-

soy saliva que escupe la nube cargada 
de nuestra permanencia condensada

y calor que irradio de descalzo sol embravecido

¡Y sábeme manto oscuro!,
nocturnidad sedante
al cobijo de tu ser cuando raquítico resuella dudas, 
de tus ojos al dormir palpitantes del anhelo 
en el que te resistes a claudicar

y troto como polvo pululante, 
a veces calma
otras desbocada y temerosa,
aquí y siempre hasta los confines del allá
porque soy la plegaria susurrada que recorre mundos,
la que repica en los labios resecos, herrumbrosos,  de todo labrador, 
con la esperanza de la cosecha abundante.

Si un, ven; 
despliega en alado vuelo tu momentánea confusión,

tú, Corazón,
palpita certero
en el asombro del ulular de ráfaga de viento

cuando nunca
ni cuando no existían latidos,
me voy, 
me he ido.



De líquido silicón, el agua. 
De hojalata, el brillo de la marea.rt
10/VI/2013. Remando en el canal del aire del desconcierto

Imagen:   Memo Vasquez
Letras: yguana rosa

sábado, junio 08, 2013





¿Te hablé de los cisnes oscuros al vuelo?

No, no te dije que asustan mi sueño.
Que sus horribles alas desplegadas
ocultan tu sombra
cuando viene silente a inquietar mi descanso.
Aves como un manchón negro
con destellos en el plumaje de un espantoso rosa
que aletean y borran la huella de tu denso humo.

Mándame tu sombra entre poemas
porque hay alimañas que hurtan y espantan
el desconsuelo de tus misivas
enmascarando los anhelos desgarrados
con caretas falsas de felicidad de helado de limón.

¿No he mencionado que vienen
y ellas metidas entre las nubes que he cargado 
de celoso temor
-criaturas aladas- disuelven todo cuando surcan el aire
y acompañan con graznido agudo su volar
sonido que irrita 

porque es como el lamento de un ente mudo que agoniza...?

y luego beben, Corazón Mío,
-aves viles
¡ladronzuelas!-
el miedo que condensado
deposité entre dúctiles pliegues de algodón
-porque siendo nubes carentes de alma
todo lo soportan-
como elegía elevada a media noche

y se convierten en cúmulos densos
que flotan impelidos por mi agonia que les inflama
y
¿sabes?
-no, no lo sabes-
pero de no ser disueltas
viajarían como tormenta nocturna hasta arribar a tu 

puerto
y te lloverían de mi más profundo grito ahogado
te empaparían de mi lamento refrescante y espasmódico
cuando después de cerrar el último trago de tu café
caminaras con el sigilo que paseas a tu letargo

tu silueta zigzagueante azul acero
mimetizada entre la bruma de una playa abierta a 

media noche
arenas humedecidas sólo para los desesperados 
con la huella intensas de manchas en el rostro
marcas del espanto
que no mitiga 
ni la fuerza de lo imposible en el semblante
-en esa mirada hermética 
que imposibilita la entrada de los sueños-

visión única de destellante locura

de seres que se saben desarraigados de todo nudo 

coherente
-arraigo en el amar sin sincronía
¡Niños naúfragos!-
como tú
y como yo.







Entre las ramas,
perezoso el verano.
Florecen cabras.rt
8/9 Junio 2013. Cupatitzio

Imagen: De la red
Letras: yguana rosa



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