viernes, noviembre 22, 2013

En brazos de la belleza





acallada la prisa
aún en el graznido
o sin brizna alguna que le recuerde

parar 
hasta en el torbellino de la triste agonía

estrenar cada instante
ataviada la mente
con vestimenta de la esencial quietud 

apreciar 
cuando extiende sus brazos la belleza
entra en el murmullo de las cosas 
y pareciera explicar
desde el silencio amplificado:

por la vida
cada inhalar sea profundo, 
poco poco.

atendiendo la presencia
exhalarlo todo
                               -lentitud en el ritmo-
cuando el presente,
seguidme por aquí
por aquí.



En el vértigo y sus salientes.rt
15 km, Francia. 23/Nov/13 


Imagen: J. Kawakita
Letras: yguana rosa



lunes, noviembre 18, 2013

Démarrer



zarpar 
después de que el olor a nube salada
impregnó tus ojos en medio del alba,

zarpar en la urgencia
de vaciar la bodega que
rebosa olor a esclavitud y herrumbre.
y porque el corazón late vacío,
anhelante de tormenta y ventisca.

súbeme a tu navegar cual marea crecida,
quiero borra con saliva
la linea de flotación

-vigilante,
velaré e izaré con hilos de agua resistente
los sueños que no te han arrancado el rumbo-

sábeme atenta, en el remolino siniestro,
en el vendaval desatado,
en medio de un arrecife embravecido
o infringiendo con látigo flamígero
el cuello de la anguila monstruosa
que desató a dentelladas tu miedo erecto

luego de que se desborda mi latido
condúceme a dormir al pie de tu camarote,

abierta la noche
dormiré alerta, acurrucada
en las aristas de tu visión puesta en tierra firme
y después de rosar tu piel con el lustre de mi lujuria,
con lejía y sal de tu sudor,
lávame la piel aún temblorosa.
enjuaga mi boca con los restos de nuestra viscosa marejada,
frota y besa el rincón de mis caletas
en donde se encharca tu semen y flema,

lentamente, al ritmo que desciende la luz,
olvídame, atada, en el abismo que esconde el ocaso

porque es ahí donde se afianza mi locura,
entreverada en las cuerdas inmensas
que se ajustan, flexibles y sedosas
a tu bogar.

y no olvides ocultarme
de tu desvariar y sus interrogantes
donde la tierra nunca es presagio firme.







cuando abierto en 
un surco, te siembro, 
la simiente de mi locura.rt
Casi, Selva Negra.
17/Nov/2013

Imagen: B. Brandt
Letras: yguana rosa

lunes, junio 17, 2013

A ultranza te mimetizas en el humo que aunque vaya al cielo, te aleja (O arde la marea desesperada)


   Que el verso sea como una llave
que abra mil puertas.

Vicente Huidobro



No temas más, 
el mundo esta retrasado,                                                                                                   aligera el paso.

Se desafía la locura
cuando nada aparece en el orden 
que se sabe podría tener las 24 horas respiradas

tiempo sin pausa en vertiginoso descompás

y se dispone 
sobre una tabla encorvada por el peso de la soledad
el delirio convulso 
de la lejanía voluntaria que nunca volvió

se le abre lentamente
amando su determinado impulso de fuga 
con un grueso apósito 
humedecido de la lágrima que brota del respetar

se hiende y corta
con el largo filo de la luz que destella
de un par de ojos en apariencia ausente

se le desmenuza suave todo nudo para disecar 
los brotes rugosos del desconcierto

por la delicada piel expuesta
desciende en un surco
resbala casi suspenso
el tibio líquido espeso del imposible.

Una vez que comienza a cicatrizar la yaga viva
se bebe de un trago 
todo el destilado que se ha recolectado
en la mano cóncava como tazón 
mezclada con granos de sal marina
y la leche fresca de ballena herida.
 
                  ¿El pelo? 
Ha de estar suelto 
valiente ha de ondear en tanto flota 
más oscuro que la densa noche
como un rezo alado que desafía la nada


en tanto 
se expandirá con frenesí su casi insipiente olor floral
que sabe sanar y amansa
a la bestia que aúlla desvelada 
frente al azul desafiante del juego de mil espejos.

Desciende la confianza
hasta la tierra sin promesas.

Pues abatida la ironía 
-no sé cuándo
no sé cómo-
dormiremos en el nido de paja
que sembré sobre la densidad del silencio embelesado
acolchado de suave seda ante el alarde 
de tu bella sonoridad de corazón desbocado
infatigable y mío 
al menos
en el reflejo que me llega de ultramar.






El olor del indulto nos ampare.rt

16/VI/2013. En el Río que Canta Agua VerdeAzul



Imagen: Carlos Lorenzo

Letras: yguana rosa

lunes, junio 10, 2013

Rarezas entrelazadas






Me derroto 
en el abrazo con que construimos nuestro sueño de papel. 

Pero la mirada perdida habla;
no teman, Niños de Canto y Lamento,
porque hay derrotas triunfales aun en la polvareda

y si tú, Mío Corazón de Azul Fuego,
eres tiesto 
y si éste está repleto de la floración de la soledad
-¡sábelo-
yo soy como la negrura de un claustro, 
soy tierra fértil, 
la oculta fertilidad que te sostiene,


-¡somos binomio en danza irreverente y sacra!-

soy saliva que escupe la nube cargada 
de nuestra permanencia condensada

y calor que irradio de descalzo sol embravecido

¡Y sábeme manto oscuro!,
nocturnidad sedante
al cobijo de tu ser cuando raquítico resuella dudas, 
de tus ojos al dormir palpitantes del anhelo 
en el que te resistes a claudicar

y troto como polvo pululante, 
a veces calma
otras desbocada y temerosa,
aquí y siempre hasta los confines del allá
porque soy la plegaria susurrada que recorre mundos,
la que repica en los labios resecos, herrumbrosos,  de todo labrador, 
con la esperanza de la cosecha abundante.

Si un, ven; 
despliega en alado vuelo tu momentánea confusión,

tú, Corazón,
palpita certero
en el asombro del ulular de ráfaga de viento

cuando nunca
ni cuando no existían latidos,
me voy, 
me he ido.



De líquido silicón, el agua. 
De hojalata, el brillo de la marea.rt
10/VI/2013. Remando en el canal del aire del desconcierto

Imagen:   Memo Vasquez
Letras: yguana rosa

sábado, junio 08, 2013





¿Te hablé de los cisnes oscuros al vuelo?

No, no te dije que asustan mi sueño.
Que sus horribles alas desplegadas
ocultan tu sombra
cuando viene silente a inquietar mi descanso.
Aves como un manchón negro
con destellos en el plumaje de un espantoso rosa
que aletean y borran la huella de tu denso humo.

Mándame tu sombra entre poemas
porque hay alimañas que hurtan y espantan
el desconsuelo de tus misivas
enmascarando los anhelos desgarrados
con caretas falsas de felicidad de helado de limón.

¿No he mencionado que vienen
y ellas metidas entre las nubes que he cargado 
de celoso temor
-criaturas aladas- disuelven todo cuando surcan el aire
y acompañan con graznido agudo su volar
sonido que irrita 

porque es como el lamento de un ente mudo que agoniza...?

y luego beben, Corazón Mío,
-aves viles
¡ladronzuelas!-
el miedo que condensado
deposité entre dúctiles pliegues de algodón
-porque siendo nubes carentes de alma
todo lo soportan-
como elegía elevada a media noche

y se convierten en cúmulos densos
que flotan impelidos por mi agonia que les inflama
y
¿sabes?
-no, no lo sabes-
pero de no ser disueltas
viajarían como tormenta nocturna hasta arribar a tu 

puerto
y te lloverían de mi más profundo grito ahogado
te empaparían de mi lamento refrescante y espasmódico
cuando después de cerrar el último trago de tu café
caminaras con el sigilo que paseas a tu letargo

tu silueta zigzagueante azul acero
mimetizada entre la bruma de una playa abierta a 

media noche
arenas humedecidas sólo para los desesperados 
con la huella intensas de manchas en el rostro
marcas del espanto
que no mitiga 
ni la fuerza de lo imposible en el semblante
-en esa mirada hermética 
que imposibilita la entrada de los sueños-

visión única de destellante locura

de seres que se saben desarraigados de todo nudo 

coherente
-arraigo en el amar sin sincronía
¡Niños naúfragos!-
como tú
y como yo.







Entre las ramas,
perezoso el verano.
Florecen cabras.rt
8/9 Junio 2013. Cupatitzio

Imagen: De la red
Letras: yguana rosa



domingo, mayo 26, 2013

Cuenta Cuentos XXVI (En tres tiempos)




I
Sentí perder la linea de flote y ahogarlo todo
ahogarme en una lentitud como escena de cine antiguo

caer como piedra que desdobla en etapas el agua

consideré desaparecer 
entre rasguños ahogados 
en el fondo del oscuro flujo de la pleamar
porque siento que rasga la carne del mundo
la aspereza de la soberbia 
grito abierto desde su ganglio putrefacto
densa nata espesa que unta en la visión
un denso temor inoculado de podredumbre

mas revolucionaria se desvanece la zozobra
al sólo rozar sutil en el oído el vigor de tu risa

al olor determinado que emana tu latido al despertar
se estruja y fragmenta el vértice donde duerme la duda en aristas

tú inmenso como regalo abierto en voz alta
elevas mi temblar inesperado entre el retumbar sonoro
y surrealista me vuelco 
a lo que intensificas y es más hermoso 
que la calma fogosa
de una puesta de sol pacífica

es entonces cuando en tu silencio vibro
y me ahúma tu crepitar la piel

con la intuición dilatada como el verso en una flor
siembra tu canto entre mis surcos
el íntimo olor tan tuyo de sal y verbo
y resurjo 
revivo 

y si me penetra profundo 
nuevamente
tu voz dramáticamente sincera
-enredando mi temblor-
¡Ciclamos! 
Eternidad de círculo somos en el oeste 
o el norte del desquiciado torrente sanguíneo
corriente sin playa
donde nos sumergimos en luz propia.


II
Podría
-suena a lo más fácil-
abandonarme por completo
al desmayo que injerta hasta el centro de los huesos
la irritante y despiadada soledad

-y mira tú, 
Mío Corazón de Latidos Estremecidos,
que hasta llegué a jurar-

Y me inunda tu fuerza abatiendo los dolores
el intenso vendaval que desata tu denuncia 
presente en cada uno de mis límites
entonces
acallados los estruendos externos e impuestos
se descubre la complicidad implícita
quedamos
al cobijo sólo de tu desnudez de vela izada

vibro perdida en el impulso de tu garganta

y es no dejar de construir un cerco inmenso
con ladrillos de fuego hasta llegar al pie del desfiladero

bloques en los que he amasado infinidad de los restos 
del colorido besar compartido
fragmentos moldeados como ganchos 
con los que rescato y deshago en el sueño
el amasijo informe del absurdo del miedo

y nos reímos del canto de las sirenas
mientras me voy quedando dormida
en la intimidad de tu aroma donde me acorrala tu abrazo
felizmente atrincherada.


III
Traslado sobre mi cabeza 
la liviandad de una inmensa nube

sin interrogar al caos la introduje por el pasillo oscuro
he logrado acolchar con ella
todo el piso de tu alcoba

resulta tan suave ahora la pared
el techo 
y sobre todo
el mullido nido donde me acaricia tu tersura 
donde muerdo tus pies descalzos
suave refugio como de algodón en el que me desinhibo  
al merodear salivo la desnudez de tu alma 

es entonces, Mío Corazón Sonor, con cortados suspiros
que se cierra el abismo
se apaga la quimera
porque eternizo la lentitud en tu piel
al oficiar nuestra secular ceremonia

yo festiva
pagana tuya
eternidad desnuda.







Invernal primavera, verano otoñal.rt
26/V/13. A orilla del Cupatitzio


Imagen: De la red.




Letras: yguana rosa


viernes, mayo 17, 2013

Meditación (O canto decadente a unos ojos tristes)





Destello, ondulo.
Por momentos el coral
me mimetiza

el oleaje me flota

asida de la espuma de esta interminable estela oscura
la radiación del sol ralentizado
evapora la sangre vertida de la vena expuesta
que pareciera dibuja
algo como una larga pista grana en un fondo verdeazul

como una fina linea de fuego que tiñe el horizonte
o de noche 
agua quemada por la incandescencia del rayo

gratificante una nube cuando llovida
poco a poco destiñe
refresca el ardor que irrita hasta la entraña.

Cuando mi pelo crecía
oí dormida su breve canto en un susurro
el olor del humo se entreveraba en mi trenza de niña
y en ese entonces

-ya lo sé-

al caminar por la estrechez de la oscuridad de afuera
al sentir como impregna mi linfa el cantar del búho
paladee el olor exacto
el sabor nocturno y saldado del pasadizo que me llevaría
a embriagarme de tus visiones en verso
a la levedad de beber de la copa de tu voz desperdigada
como frágil instrumento de cristal fracturado y esparcido por uni-versos

a ser entre nubarrones 
un alma perenne
-a temporalidad obstinada en el vértigo-
arropada mi piel por el abrazo borrascoso en tus tormentas
aún cuando sea de mineral pedregoso
-o como el mineral afilado
gélido y cruel que hiende la carne de navajazos-
la densidad áspera del aroma de tu ausencia.

Las tardes de caminar entre goterones de lluvia torrencial
o algunas con agua de canto casi imperceptible sobre el tejado
humedecieron de certeza al lamer la intuición

y sí, cierto es
lo contundente del encuentro
con tu rostro perpetuamente oculto
y vigente

en lo ultrajantemente caduco
en el continuo presente

en la sombra que 
rehúsa detenerse.

En un eterno.


"De Seda"
Metamorfosis 
en reposo insurrecto, 
 al MetaAmarnos.rt
16.
Y 17. 
Mayo. 
Dos mil trece. 
De efe

Imagen: Norman Rockwell
Letras: 
yguana rosa (De los imposibles se tan poco. 
                      De lo posible, prácticamente nada)


martes, mayo 14, 2013

Pasajes oníricos





¿Y qué queda
cuando hasta en el cause seco
desértico de la desolada garganta
-boca de bestia agónica
de dentelladas de animal que muere a ciegas
al intentar desgarra el cepo del tiempo que le apresa-

fenecen los atragantados suspiros?
Todo impulso por desmembrar la ansiada bocanada de beber
rebanadas de tu saliva macerada de gotas sepia de presente

por esa ansia de defender a dentelladas el derecho a devorar
y desagarrar hasta saciarnos
de la entraña expuesta
agonizante
convulsa -como este onírico recolectar tu aliento-
ante nuestro inmediato

¿Qué
si se desangra la esperanza ciega y despiadada
de poder aliñarte con mi canto
-en ésta mi ansia malsana-
cada obscena noche en el filo de mi más mordaz sueño...?

Quizás sólo reste intuir la ternura de olerte en la vigencia de tu ausencia
entre desteñidas
briagas letras que danzan tambaleantes frente a mí

paladear la dulzura
de arropar el instinto exultante de agonizar
atragantada lentamente
-muy lentamente- por el fuego
de unos tragos de suculento y amargo licor
que no cesen de mantenerme desde la remota
o desde la ultrajante nada
intrincada a ti.







Noche sin luces. 
Sarcástica la luna
brilla en el Tirol.rt
14/V/2013 . D. F.

Imagenes: De la red
Tom Svensson
Letras: yguana rosa



martes, abril 23, 2013

Liberación de esencias

Desde muchos círculos antes
rodaban los granos de polvo
sabiendo espera el momento de amalgamar el planeta

el tiempo con su larga lengua 
acarició las salientes
y esculpía meticuloso 
inmensos picos y hondonadas

a veces atronador 
otras silente 
derramó el cielo su vitalidad azul 
en miriadas de gránulos de liquida transparencia

para que alfombrara los bosques el musgo
la noche exhalo la humedad cálida de su aliento

y toda vez que el rocío se posó en la rosa
las cosas de los mundos anunciaban:

La celebración de la llegada 
del jugo de tu boca destilado en un poema
hasta mis labios. 







Enternizada en el vertigo del primer sí.rt
23/IV/2013. La Ciudad

Imagen: De la red
Letras: yguana rosa

martes, abril 09, 2013

Gunar Ekelöf





Collar de perlas   
(Nazm)

2. Como si el mar
lanzase los brazos tras de mí
en torno a mí
en mi habitación, por la noche
-como si el mar se me enroscase
con sus brazos sonoros
El mar me acaricia
El mar me abraza


La leyenda de Fatumech   1966



lunes, abril 01, 2013

Golondrina Migratoria (O cómo nunca en este insondable siempre)



Pájaro asido a su fuga.
Aire tatuado por un ausente.
A. Pizarnik


Irónicamente el yerro de todo lo no vivido
nos arroja a deambular perdidos en la condena de amarnos
a inventar el urdimbre de la piel entre sombras
a ciegas
en alerta absoluta el instinto entre el humo del silencio

el olfato atento al despuntar de la melancolía.
E intrépidos
ante un asirnos infatigable
con los dedos carcomidos
justo al borde del desgarro del olvido.

Arrastrados por morder el nubarrón de polvo
de la tormenta que nos centrifuga

ahogándonos en el tormento espeso de desearnos

con manos y pies como ventosas cada hora
noche a noche
hermosos briagos sin otro destino que el cazarnos vivos

tambaleantes en el intento de asirnos ambos
como salvajes nunca domesticados
aunque sea a partir de un profundo inhalar
compulsivo

fibrilamos
desvario en íntima convulsión
cuando se eleva la tolvanera prolongada de cada golpe al esculpir
la caricia oculta en el desbordado verso
donde desnudamos nuestra tersa e insaciable dermis
letra a letra.

Entregados
cuidadosos a cada latido que emite la mísera lejanía
con sangre seca
costra que ya no escurre ni humedece
sólo un hilo de incertidumbre en la comisura de la boca sedienta
hambrienta
del ardor que despide nuestra carne atrincherada
entre mordiscos.

Sangrar de la entraña seca de tanta lentitud al no tocarnos

aúllo

que sólo escucha la aspereza viva de la piel
deshidratados
ante la tortuosa sed casi inhuman de palpitar aislados

                       Erguidos mis pechos
dunas del desierto abrasivo abierto
expuesto
al amanecer del incendio de tu mirada

vibrante cordillera de arena
sepia tersura estimulante
a la espera
de la lascivia del aleteo de tu olfatearme eternizado.

Continuado letargo a la puerta del burdel de tu tardanza
a sabiendas de agonizar
como flor abierta
ante la exposición de tu íntimo irradiar calor
abrasivo
sahariano

Y locos
agudos
y perdidos en el revivir
lo más primitivo de nuestra memoria oral
de instinto enajenado por preservarnos

entregados a un reinventar nuestro abrazo
bellamente invertido o tiernamente descomunal
paradójico
arrebatado
como rojizo cielo en incendio de llamas de luz
por escasos segundos
en algún desértico verano a orillas de nuestra tropical perdición.
Entretejido el agonizar de nuestro instinto
hasta anudar nuestros intestinos

los dedos como testigos olfatean
un licuar cuidadoso
del flujo del manantial de borbotones de libertad
con gusto a suave néctar
que emana de entre la piel encarnada al supurar suspiros

mudo gemido
abierto rugir lento.

No te extrañe saber que también me ha escupido la cama
las sábanas y el viento
pronunciando el aro de cada pupila dilatada
sólo fijas en la oscuridad de tu lejanía

en un divagar permanentemente sonámbulo

y en esta ignota agonía de despertar de madrugada
en medio de un grito
suplicando con las cuencas desorbitadas
como de naúfrago que emerge ávido
urgido
por el trago salitroso de una bocanada de besos frescos

un ir fantasmagórico
desplazándose entre un inmenso mar de rocas
más pesadas aún
que el páramo yerto de este eterno invierno
en el que sólo me estabiliza el avivar la llama
ardiente
de la calidez de tu voz
-que pretendo-

me sostiene.




y ahógame en tu lecho ardiente ¿Sí?rt
1/IV/2013. D. F.

Imagen: A. López
Letras: yguana rosa

Claro que la soledad no viene sola.
Mario B.











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