miércoles, octubre 17, 2012

Para qué sirven los juramentos (O, la provocación de las venas exaltadas sobre la piel de tu pie izquierdo [¿o era el derecho...?])


Pero tú por qué no estás aquí tú para despertarme
P. Éluard


¿Soñé...?

Recorría en cada instante, cada palmo de la carretera
no de manera ordinaria.

Todo lo suelto. 

Entre el sinuoso remolino
que elevaba
y me arresta
hacia desconocidas rutas
fuera de todo mapa.

Con una aguja y una hebra inmensa, liana quebradiza,

bordé sobre el asfalto
la historia que me negó, imprimir en tu hosamenta
(es decir, tu pánico despiadado).

Rota la clavícula, rodé entre la maraña de sus versos

enredados entre los tendones y la piel
sin sospechar que desde la cueva oculta:
Él
miraba
y sonreía.
Y sin ninguna atadura ni atisbo de renuncia
salta, abriéndose al vuelo.

Primero, gran caída libre

(sus gruesas lágrimas me llovieron).
Una acrobacia, planeando bajo, en segundo plano.
Al fin, lo eleva todo, 
mas, antes de retomar el rumbo 
remonta el desfiladero liso y retador.

Todo es húmedo en lo escrito,

menos la marea traslucida, metálica, que desborda de mis ojos;
y rojo
rojo oscuro
muy denso
(como la introyección de aquella tu voz nunca escuchada en mi locura).

La carretera, una circunferencia
un túnel, una leyenda...?

Me transporté, valiente

entre curvas sobre el correr del tiempo
rozando una frágil transparencia, como de celofán
en la exquisita complejidad de tu pie izquierdo,
de dique desbordado, 
con la salobre marea alta
para navegarte a profundidad.
Me encontré sigilosa, sucumbiendo
entre el altiplano liso, 
y luego, en la cuesta de tu empeine,
paraíso perfecto para despeñar mi insomnio.
Tu talón terso, un aparente reto, inmensa curvatura
para perturbar 
con el calor de mis labios abiertos.

¡Juro que nunca te besaré en París! 






Iamgen:  Tomada de la red
Letras: yguana rosa

Lima olorosa, dulce, sin piel.rt
Octubre, 12. Sin rumbo fijo.

http://www.youtube.com/watch?v=A2MR7nUBRGA

2 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Fue el derecho. Seguro. Sí, seguro fue el talón derecho... ¿o fue el izquierdo tal vez?

Soñaste. Seguro. Sí, seguro que soñaste... o ¿tal vez no?

Hermoso, yguana. De esto no cabe la menor duda.

Abrazos.

9:55 a.m.  
Blogger yguana rosa dijo...

Querido Poeta, me encanta tu comentario...¡Gracias!
Aunque he de confesar que ahora ha crecido la confusión... ¡Y, éso, me gusta!

Vuele hasta allá un abrasísimo, besos.

3:16 p.m.  

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