Cronómetro fuera

Sedoso abrigo,

el silencio cobija

la noche entera.

                                                                       Miradas de Haijin.

(A Elena. Y a ti Poeta,  y tu corazón errante...)

... Intento de sumisión en la cueva.
Buscar aletargado,
añorar la pérdida... 
Entreverar acallado todo,
al silencio de la noche y su oscuridad.
E intentos alertas, en simultaneo, 
de mirarle el contorno a los segundos..., 
seguir la trama,
oler el silencio...
Así, en vela...
Insistente el debate 
con y sin argumento.


La piel escoriada porque toda la sensibilidad
es nueva, 
todos los poros están abiertos
y cuando vuela la mosca,  
se cierne un huracán en la superficie.
Ante la discreta intromisión
de un rayo lunar,
arde la locura infatigable.


Intuición en chispazos 
suposición anárquica...,
el sueño no acunado
es sólo producto único de la imaginación...


Y nada determina que correr el riesgo; 
de abandonarse en el lecho, a profundidad
hasta que llegue el sopor y atrape desvaneciendo
el enredo mental que delira..., 
delirio que se expande e invade el día, 
trepa entre las horas..., 
sortear impaciencias entre cada instante,
no sea un acto de valentía.


¡Ah! Dormir, dormir, dormir...
(Con o sin tic tac al lado, 
sin control remoto mental,
perdida toda referencia, 
atemporal la cognición...,
abierta la travesía entre el espacioso silencio
todo ruido y dolor, yace sedado...
Entrar en ese el reino de los sueños...
Ya si ser soñador
al lograr la lucidez  
de ser sólo testigo impecable...)


Por favor, si el alba te pilla
y no se logras aún la empresa
sólo percibe si hay un leve anhelo 
dentro de tu corazón agazapado
y acciona el código mental:
                                       ¡Ven!
                                       con tu libro en la mano
                                       y lee para mí
                                       los cuentos de Bardo Beedle....

Suntuoso azul, cómo remolinea.rt

25 marzo 2012, Morelia

Imagen: Katarzyna Szczodrowska

Letras: yguana rosa