martes, diciembre 13, 2011

Parloteo

Le quité a "verso"
                                        la "erre" y cambié
                                                                              la "uve" por "be".
M. H.




Mi voz es letra, mi voz es llanto, mi voz es canto.
Y es apacible guerra, intempestiva paz...
Es consolar el llanto.
A ella, cuando es rotunda; la cotidiana rutina,  la prisa, la política,
intentan (¡ingenuas!) acallar.
Pero ella reverente, atemporal, en sonora pista donde se describe, baila.
Y tiembla temerosa, y ríe cómplice y se viste misteriosa...


Y si te lee, crece. Y ama libre. Se enamora.


Rebelde grita y lucha, es entusiasmar a la brisa.
Y duda, (mi voz a veces duda, se quiebra, se llora).
Si es zozobra, se agazapa,
se enreda en mi garganta
como apretado ovillo de lana áspera...
Y ya no está (pero está), si escuchas sólo oirás
ululares como lamento que cabalga el aire,
graznidos, gemido vivo,
mimetizada regurgita  bilis entre la sombras
y no ceja de describirse, de escucharse, a solas.


Si sabe que sufres
destila verbos en actos sutiles y alados.
Es abundante y tierna, se sabe impotente,
e intenta, al redondear las oes con activa boca, mandar besos,
imagina que se alargan los brazos de las es mayúsculas...
y te abraza en la escritura.
Si hace frío, mi voz cocinera, una sopa de letras te prepara.
E inventa cómo describir borregos,
si no duermes contemplando el insomnio;
te cuenta; combinando emes, vocales, eles... Multiplica el abecedario en rimas.




Y cuando te sabe dormido, te vela y entona nanas,
se acompasa a tu soñar profundo
que impregna con mantras, Bodhisattvas, Dakinis, alados dragones...
Se disfraza de ángel. Y sanas.


Sabe, mi voz, lamer y vendar heridas, beber cerveza con la prosa rígida
ama mi voz hacer gárgaras con mezcal
y es abstemia. Se excita cuando es sexo; lento,
abstracto, amoroso, concreto. Y con mucha risa.


También con la voz se agota la prisa.


Tiene miles de variantes y tonos, es canto madre, hermana solidaría, ¡cómplice!
Sabe cantar coplas de amiga, no teme abrazar al extraño,
anida en la garganta discípula
la sabía palabra de mi recóndito maestro.
Y tengo voz ciudadana, de obrera, exiliada, deportada,
descarada amante en desvelado encuentro.


Es, en el silencio compartido
reactivo derribador de espacios
y a través de navegar en la distancia, se nutre,
cuando al callar reverente y voluntaria, aspira tesoros de tus voces.


Mi voz se alimenta de miríadas de palabras y gemidos.
Pero vomita al cobarde que miente y mata.
Sabe decir; ¡ven! No. Sí, Y Adioses.
Intuye si daño o si su inconsciencia, mataría. Y si lo sabe, calla.


Y sí, mi voz es oración, presencia, mujer que amamanta,
fuego vivo, profunda intuición...
Aspirante a la templanza e intenta ser verso... Pero, sobre todo, beso.


Y a veces es olvido. 
Pero, sí recuerda que intrínsecamente,
de todo ésto, no soy nada.


Adivinando costelaciones.rt
12 diciembre, 2011. Uruapan


Fotografía: 
Letras: yguana rosa

4 Comentarios:

Blogger TORO SALVAJE dijo...

En cierta manera tu poema y el mío hoy van de la mano.

Besos.

6:24 a.m.  
Blogger yguana rosa dijo...

TORO, de muchas maneras ¡Sí!

Mejor, cambio de tema =)

Gracias por pasarte por aquí. Un abrazo.

11:36 p.m.  
Blogger David Mariné dijo...

Sí Toro y tú os habéis revolcado como insectos versotiles ( de versos, se entiende) por el aire.
Me encanta inventarme palabras.
Un beso.

8:30 p.m.  
Blogger yguana rosa dijo...

Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen.

Y a mí, me encanta Galeano y tu nueva palabreja, Bigmounth.

Gracias por tus comentarios y tus pasos por aquí.

12:50 a.m.  

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