El Pulso de la Tormenta.
Luna de lobos, aullidos rojos de hambre en la noche frìa. M. H. |
Es en el momento exacto
en que un discreto manto, imperceptible,
cubre la luminosidad.
Y cuando parece decaer la amplitud celeste
y sobre la magnífica cordillera
se acumula denso un monstruoso nubarrón
en danza brava
arremolinada en el cielo
arremolinada en el cielo
como en una viva paleta de óleos
abundante en la gama del surrealismo gris
que amortigua un grito estrepitoso
alto y vibrante
como electrificado tambor,
como electrificado tambor,
en un manifiesto pregonar de tormenta.
Y mi corazón arrítmico
sin sintonía sin ánimo
en éste apático,
aburrido descontento,
en éste apático,
aburrido descontento,
no acelera el pulso
ni me impele vital
ni me impele vital
en la búsqueda del horizonte amplio
que se abre pletórico
en tu mirada de rojo lobo.
Es en este cúmulo de sentimiento decadente
en este aciago anti-estado de mi alma,
desfasada del natural compás
sin prejuicios de la vida que ruge apasionada
sin prejuicios de la vida que ruge apasionada
:Cuando atisbo el sentido
de la relatividad del tiempo.
Decrezco yo, y la luna.rt
07 octubre 2011
Fotografía: Antonio Resino
6 Comentarios:
Alucino contigo.
Con tu creatividad y con tu forma de sentir y transmitir.
Te felicito.
Besos.
Gracias, TORO.
Oye, me alientan tu generosidad =)
Un abrazo.
Si Einstein estuviera vivo, lloraría de felicidad.
Que pedazo poema.
Inmenso. Estás que rompes muchacha.
Un beso.
ajajjajajajaj ¡Gracias, Bigmounth!
Por favor, que tú seas el juez si decido entrar en un concurso de poesía...o algo así...=)
Abrazo grande, buen inicio de semana.
en verdad tan relativo el tiempo y no nos damos cuenta.
Ni tampoco nos damos cuenta de la gravedad...Y de tantas cosas, David.
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