Lamento viejo.

Lunita quieta

parece como dormida

pero nos vela.

El Ermitaño.

                                             
Luna 
de cromo
alta tentación,
en oscuridad
vencida, 
por mi mirada
de licántropo.


¿Qué soy...?


Aullido turbio
y un desgarrar 
la noche.


Que sube desde
ésta entraña enjuta,
con un lamento áspero
como sombrío presagio,
hambriento;
soy angustia viva
en atroz olfatear insaciable.
Merodeo.


Amago la muerte en la sombra.


¡Qué soy!
Avidez errante 
e insondable,
errático buscar
vitalicio, 
husmear frenético,
de ansia que codicia.
Sedienta
de luna bebible
en su pajiza 
liquida luz tierna.


Amordazo la muerte y la usurpo.


Soy anhelo,
de su piel gélida 
y refrescante,
para este agobio
que se agolpa
abrasivo.


Es ella, Luna,
mi lejano oasis.
Pecado, mi vicio.


Luna.
¡Qué suculenta tentación!


Ella.
La amante de todos.
Siempre ella.


En su vocación de ermitaña
sólo mira distraída
la multitud en
licantrópico aúllo,
no escucha
porque está absorta
en ella,
ensimismada.


Se difumina
o dilata
se esconde,
mi niña tímida.
Mas
siempre vuelve
y abre temblorosa
su sonrisa de plenilunio
desdeñosa en su orbitar,
prisión añil,
de elegante 
cromo.

Insaciable luz.rt

25 octubre 2011. Uruapan

Fotografía: El Gueras
Letras: yguana rosa

"The tool of wisdom is not the answer: It's your skill, your effort and your intention. "
Dzogchen Ponlop Rinpoché.

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