Índigo para un Haijin.

Allá donde se inventan los sueños      

no hubo suficientes                                           

para nosotros.                                                  

Anna Ajnátova.

La tarde se mueve serena 
encima del crisol añil que vierte luminosidad 

cuando cabalga el caudaloso río

      en una danza casi imperceptible

se trasfigura el entorno

   la mansa luz tardía impele al colibrí vibrante 
deseoso de miel virgen y perfumada

el elegante tornasol de su alado ir y venir 

incita a un vals parsimonioso entre las truchas

que se aman a contracorriente

      formando un inmenso remolino vivo

dentro de la cristalina creciente

      que sólo sabe besar en espumosa caricia 

al inmóvil desfile de rocas

que trata de retenerla 

en su longitudinal huir perpetuo

      sobre la ribera una margarita no entiende
por qué se escabulle la abeja 

      para luego    con renovado vigor

volver en su aleteo pertinaz

al encuentro incansable de poseer

su delicado néctar pegajoso

      y cuando la luna se enciende

misteriosa   se posa gentilmente

en la cima índigo de la montaña

      solemne el ulular del búho

anuncia el cambio de escenografía 

para el abundante elenco diurno

      llegó la hora de cesar toda actividad

y lento baja el telón de miríadas de parpados

la magnífica sinfonía ambientalista 

cambia de programa y se interpreta

un renovado ritmo

      únicamente algunos   como el arisco jaguar  

eterno sonámbulo del día y la noche

      tienen doble llamado a escena.

.

Duerme una multitud en la selva
      mas la vida 
con el calcinante sol
      la polifacética luna
o sin ella
nunca cesa de latir.

A media luz.rt

21-09-2011. Uruapan.

Imagen: Antonio Resino J.
Letras: yguana rosa

http://youtu.be/vNDc3-0gkew