gato onírico...

un gato tenía el señor de los sueños, un gato que le acompañaba cuando interpretaba soledades. El señor no era comprendido y cuando al leer los sueños, se quedaba mas solo que nunca, el gato a su lado le miraba sin verlo, y le regalaba la atención que sus 'escuchas' le negaban.

Cuántas noches de delirio interpretando sueños que enmascaraban intenciones ocultas, en ese mundo vedado a la gente común.

El gato gustaba de asomarse, por lo general con desmesurada facilidad, a las regiones mas privadas de la gente mas desconocida; penetraba en sus almas , en teoría y en realidad, mientras el soñador conjuraba la noche y su misterio.


un mal día el Señor de los sueños partió en uno heredando su don al gato... como regalo extra le dejó la bendición de no ser comprendido, y ser encontrado solamente por las personas que le han acompañado en sus siete oníricas vidas, personas que son pocas y que se han ido presentando una a una en cada edad que va acumulando, reconociéndolo como camino transitado.

Desde ese día hasta ahora, hay un felino merodeando los sueños, como regalo del inconsciente.


así en la antigüedad, el gato soñó que soñando estaba un sueño que no tenía, y que a modo de oráculo, le ha ido presentado su verdad a cuenta gotas, en sus sueños espirituales, cotidianos, eróticos, premonitorios, telepáticos, prospectivos, lúcidos y de pesadilla.

para realizar la interminable tarea del ascender lento los peldaños de esa escalera que va de lo concreto a lo abstracto, de lo particular a lo general o viceversa.

Para realizar la interminable misión de habitar los sueños.

Texto: Colibrí

Imagen: Tlacuiloco