viernes, junio 29, 2007

Sinestecias


El rojo de tu aliento me provoca,
sumerge mis sentidos en el caos
azoroso de texturas y sabores
curvados por tu risa melancólica.

Con el sabor redondo de tu sombra,
despierto fatigado en el remanso
de mórbidas imágenes vibrantes
que llenan de aromas mis ensueños.

Tus palabras calientan la experiencia
del viento y el sonido de tus ojos,
corriendo a mi lado entumecida,

azul y extravagante, reciclando
sueños olvidados, entretenidos
por largas redenciones ominosas.
*
*
imagen: Sandra
Soneto: luis david

lunes, junio 18, 2007

Ubi Sunt












al pk por la invitación

Fulgor helado derrama
la luna sobre el estero,

con un resplandor cenizo,
con frío aliento de hierro.

Camino de curso ambiguo
en los confines del tiempo,
que he de trasponer jadeante
entre las lenguas de fuego.
Sorpresas que paso a paso
aparecen en mi cielo,
destino insaciable el mío,
ir al borde del sendero.
Pero es tan sólo pasado,
delirio del pensamiento,
voluta fugaz escrita
al envés de mi recuerdo.

*

*
Y dónde están los niños de mi infancia,
los juegos en las calles de mi barrio,
las horas de la escuela y las niñas
vestidas del color de la añoranza.

No sé dónde quedaron los amigos,
los libros que leí en ese entonces,
las buenas discusiones del café,
las noches de vigilias azarosas.

Qué fue de las muchachas del colegio,
sus faldas diminutas en la calle,
las risas contagiosas del septiembre
pasado por agua. Qué cosa ésta.
Entiendo que al final el inventario
es puro escarbar en la nostalgia
*

*
“Y qué hiciste del amor que me juraste,
y qué has hecho de los besos que te di,
y qué excusa puedes darme si fallaste
y mataste la esperanza que hubo en mí.”
*

*
En dónde están las noches del ensueño
que estuve adormilado en tu cama,
y dónde se quedó aquel deseo
que mi alma entre tus manos estrujaba.

Dejé la vacuidad del pensamiento
oculta en el calor de tus mañanas,
perdido entre los rizos de tu pelo
que borran los contornos de tu espalda.

Qué ha sido del olor de tus encuentros,
qué ha sido del rumor de tus pisadas,
qué fue de las caricias y los besos
que ayer sobre mi cuerpo derramabas,
No queda ni la sombra del recuerdo,
no queda ni un suspiro, apenas nada.
*

*
Si dejo de pensar en el pasado,
no encuentro ni presente ni futuro
y floto en ese viento frío y duro
que vaga por la noche desolado.

Es duro rescatar lo olvidado
y mucha la nostalgia. Si me apuro
veré, entre espirales de sulfuro,
al diablo que me tiene aprisionado.

Bendita soledad, placer mundano
la bruma que agradezco sometido,
es puro sentimiento reprimido
la brisa que me lleva de la mano.
O acaso este recuerdo es el arcano
que debo de vivir con un sentido.



Imagen: Tlacuiloco

Ubi Sunt: luis david

miércoles, junio 13, 2007

el amor era un árbol de largos cabellos...


caligrama: colibrí

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